Era una noche oscura y tormentosa, y los médicos estaban reunidos en la sala de juntas para discutir un asunto grave. El cáncer iba en aumento y estaban desesperados por encontrar una cura.
El Dr. Showalter se levantó y preguntó si estaban de acuerdo en que las células habían sido programadas para cooperar. Los demás médicos asintieron. Preguntó si creían que las almas humanas están interconectadas y, de nuevo, todos estuvieron de acuerdo.
El Dr. Johnson tomó la palabra. “Si esto es cierto”, dijo, “entonces el cáncer no debería tratarse como un remedio caso por caso. Porque en sus raíces, sólo hay una causa para todas las diferentes formas de cáncer: las relaciones malignas entre la humanidad”.
Los demás médicos le miraron con incredulidad, pero el Dr. Showalter asintió con la cabeza. Estaba claro que había que hacer algo con esta enfermedad, y pronto.